Hay Dios mio ... Morena....
Hago un brindis por aquellos, que te hablaron mal de mí,
Y dijeron que a mi lado, nunca ibas a ser feliz,
Cuando llega la mañana, y te descubro tan mía,
A Dios no tengo más nada que pedir.

Te hice dueña de los días, que me quedan por vivir,
Te hice dueña de la sangre, que se esconde tras mi piel,
Y te regale esta vida, que esta llena de promesas,
Que me hizo Dios cuando al fin te encontré.

Te amo, simplemente yo te amo,
Cuando paso por la esquina, y te tomo de las manos,
Cuando estamos en la calle, cuando estamos en la cama,
Con el brillo de mi ojos, con la calma de mi alma.

Te amo, cada instante que respiro,
Cada paro en mi camino, cuando te enojas te amo,
Recostadita en mi almohada, hasta recién levantada,
Porque entonces me doy cuenta, que tu a mi también me amas.

Y se que nada que ofrecer te tengo,
Una rosa y un florero,
Y la copia de un gotero,
Que en el parque, un día compré.

Y te juro que yo he ido al cielo,
Cada vez, que veo tu pelo,
Y recuerdo que en tu pecho,
Ha sembrado Dios mi ser.

Te amo, simplemente yo te amo,
Cuando paso por la esquina, y te tomo de las manos,
Cuando estamos en la calle, cuando estamos en la cama,
Con el brillo de mi ojos, con la calma de mi alma.

Te amo...

(Ay eric, dile que la amo)

(He, Morena)

(Ay Dios mio)

(Eh, suena martinez)

No tengo donde caer, tan solo te quiero a ti,
Solo espero de la vida, ir al cielo junto a ti,
No te preocupes por Dios, porque vamos a pedir,
Esas cosas claves para entrar allí.

Si encontré en tu corazón, mis tesoros para amar,
Y en tu vientre tierra nueva, que un dia he de colonizar,
Y tu foto en mi cartera, que me ayude a respirar,
Sobre todo en esas noches que no estas.

Te amo, simplemente yo te amo,
Cuando paso por la esquina, y te tomo de las manos,
Cuando estamos en la calle, cuando estamos en la cama,
Con el brillo de mi ojos, con la calma de mi alma.

Te amo, cada instante que respiro,
Cada paro en mi camino, cuando te enojas te amo,
Recostadita en mi almohada, hasta recién levantada,
Porque entonces me doy cuenta, que tu a mi también me amas.

Y se que nada que ofrecer te tengo,
Una rosa y un florero,
Y la copia de un gotero,
Que en el parque, un día compré.

Y te juro que yo he ido al cielo,
Cada vez, que veo tu pelo,
Y recuerdo que en tu pecho,
Ha sembrado Dios mi ser.

Te amo, simplemente yo te amo,
Cuando paso por la esquina, y te tomo de las manos,
Cuando estamos en la calle, cuando estamos en la cama,
Con el brillo de mi ojos, con la calma de mi alma.

Hago un brindis por aquellos, que te hablaron mal de mí,
Y dijeron que a mi lado, nunca ibas a ser feliz,
Cuando llega la mañana, y te descubro tan mía,
A Dios no tengo más nada que pedir.

TE AMO.

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