Chivi Que me Pasa Doctor Lyrics

Paciente: Ayúdeme, doctor, estoy enfermo, sólo pienso en s__o y por las noches no duermo... en s__o... s__o manual, s__o... también el s__o oral, y a___, ¡ah!, y el s__o v_____l que no está mal. Voy a contarle a grandes rasgos mi caso, escuche, que ya desde pequeño fornicaba con mi osito de peluche. Y a mis compañeras de la escuela les decía que mi s____ era bueno pa sus muelas. Y claro, ellas huían, menos una superguarra que siempre me la comía, doctor, ¿qué me aconseja? Si hasta tengo fantasías con enanos y con viejas, y con seres deformados y tullidos y con pijas con el ano enrojecido. Y mi corazón palpita y del pecho se me sale cuando tengo fantasías con enfermos terminales. ¿Qué me dice? Y un escroto con seis huevos y un prepucio corroído por el sebo. ¿Y la necrofagia? ¿Nunca se lo han dicho? El morbo de comerte un buen cadáver en un nicho. Y el s__o en alta mar con fornidos marineros, o mi perra es sólo mía y me la follo cuando quiero. Profesor de facultad elegante y exigente desvirgando a jovencitas que quieren sobresaliente. Doctor, ¿qué me receta?

Doctor: Pastillitas de colores, unos tripis y un buen piti después, de garito en discoteca, probar rajas húmedas o secas que le coman los cojones, que berree de la euforia, venga sígame contando continúe con la historia, jeje.

Paciente: la zoofilia, la coprofagia, poderte despeinar con dientecillos de arofagia. El exclavismo más sorprendente, fimósicos lascivos haciéndose de vientre. Y pajilleras de marqueses arruinados, orificios entre rojos y morados. Fanáticos del recto, excéntricos becarios que coleccionan tampas y compresas lienarios. No, no soy distinto, soy como ellos, de tanto mamar pollas dengo dislocado el cuello. Y las dos manos llenas de cayos, ayer me hice diez pajas y por poco me desmayo. Y me gusta que me peguen, no lo vamos a negar y una buena lavativa que me ayude a defecar. La hemofagia, la urofilia, el fismatín más cruel, rociando con cal viva a las fans de Luis Miguel. Doctor, ¿qué me contesta?

Doctor: ¿Conoce los garitos de la calle La Ballesta? Nos animamos, vamos un rato, el wisky es garrafón pero los polvos son baratos. Sí, somos iguales, nos mola el vicio. El ser sodomizado hasta perder todito el juicio.

Paciente: por fin encuentro un compañero de aventura, religioso, del dolor y la locura. Probar las fantasías que son inconfesables, imágenes prohibidas, pasión incontrolable.

Entre doctor y paciente: esquizofrenia, con nodrizas y pezones. Una ritmia de sufrir flagelaciones. Urcilicio, torturándome sin tregua, jorobados que me chupan con sus lenguas. Escalpelos para disección de escrotos. Urnas v_____les preparadas para el boto. Seminalistas que salen en revistas demoníacas. Hijas de artistas, doblemente penetradas por sus vacas. Y saltinbanquis, y vacanales. Mujeres con sorpresa, ancianos liberales. Strip y s__o oral en los dibujos animados. El Príncipe Valiente ahora es el Prícipe del Sado. Cineplimastia con pendones operadas. Y condones con su leche condensada. Folklóricas sajadas, lanzadoras de flemas. Miss España que me ofrece sus servicios por un tema. Y mucha zorra, mucha niñata y mucha loca insatisfecha y mucha pija amojigada. Cuánta insolencia, cuánta belleza interior. Y mucho hijo de puta te lo digo yo. Y famoseo, y estraperlismo, y trapicheos del negocio del glamour y del cinismo. Y picoletos, hasta la bola de perico. Y quincieañeras pajeando a nuevos ricos. Y una flor en el trasero y una grapa en el capullo, y un pendiente en los cojones que lo llevo con orgullo. Y dos por uno en rectoscopias y gatillazos en boca propia. Autopsias que delatan begaciones inhumanas. Que Adán le meta a Eva por el coño la manzana. Defecaciones, aspersiones con orina. Metiditas sobre el horno en la cocina. Y entre el gas y los fogones cuando estés más despistada una chispa inoportuna y te mueres calcinada. Y mucha fiesta, y mucha orgía. Cipotes gigantescos de agentes de la CIA.

Doctor: eres mi alumno aventajado. El Dr. Vicios te enseña el pecado. Con mis recetas yo te estimulo: la primera es un paraguas por el culo. Ana Rosa Quintana, ¡ay cómo me pones, marrana! Es que hay... vicio...